Aunque se trata de Brackets metálicos, muchos adultos y, también, adolescentes, prefieren este sistema porque los arcos de alambre no van sujetos en los Brackets mediante ligaduras, sino que, el propio bracket dispone de una especie de trampilla o tapita que sujeta el arco dentro de la ranura del bracket. Esto los hace más discretos, más higiénicos (las ligaduras de goma retienen más placa bacteriana), rozan menos los tejidos blandos ( por su contorno de bordes redondeados y sin extremos de ligaduras metálicas), las visitas al ortodoncista son algo más cortas que con los brackets convencionales y la duración del tratamiento puede llegar a acortarse hasta 4 meses, teniendo una duración media de 18 meses. Se trata de breckets más sofisticados y, por ello, el coste del tratamiento es algo mayor que el del tratamiento con los Brackets metálicos con ligaduras, si bien, el resultado del tratamiento con éstos últimos, no tiene nada que envidiar al resultado que se obtiene con los Brackets autoligables.

Los Brackets autoligables no están indicados en rodos los casos. Lo mejor es consultar con la ortodoncista quien, tras realizar el diagnóstico del caso, recomendará el tratamiento más adecuado para cada problema.